Es una enfermedad viral respiratoria muy contagiosa. Se transmite por las gotitas provenientes de la vía respiratoria de una persona enferma, cuando tose, estornuda o habla.
La mayoría de las personas se recuperan en un lapso de 2 a 5 días, sin embargo en algunos casos puede complicarse
• Fiebre alta (38º o más)
• Dolor de cabeza,
• Dolor de garganta
• Decaimiento, dolor muscular y malestar generalizado
• Tos
• Congestión nasal
• Náuseas, vómitos y diarrea (más comunes en los niños que en los adultos).
Ante la presencia de síntomas, realizá una consulta médica para comenzar con el tratamiento pertinente
La mayoría de las personas en buen estado de salud se recuperan de la gripe sin complicaciones.
Sin embargo, en algunas personas afectadas por la gripe, pueden presentarse algunas señales clave de emergencia que indican que el paciente requiere atención médica urgente:
En los niños, síntomas como fiebre sostenida, respiración rápida o dificultosa, coloración azulada de la piel, cambios en el estado de conciencia (tales como dificultad para despertarse) e irritabilidad. También cuando los síntomas de la gripe mejoran, pero luego regresan con fiebre y empeoramiento de la tos.
En los adultos, síntomas como fiebre alta o sostenida, dificultad en la respiración o falta de aire, dolor o presión en el pecho, desmayo, confusión o vómitos severos y/o persistentes.
Si la persona afectada no padece de una enfermedad crónica, resulta conveniente adoptar las siguientes conductas:
• Descansar mucho.
• Beber mucho líquido.
• Evitar el consumo de alcohol y tabaco.
• Permanecer en el hogar y no entrar en contacto con otras personas, para evitar contagiarlas.
• Pueden consumirse medicamentos de venta libre destinados a aliviar los síntomas de la gripe, pero sólo por pocos días y, en caso de que dichos síntomas persistan, debe consultarse al médico.
• No debe administrarse aspirina a los niños o jóvenes.
• Lavarse frecuentemente las manos (antes y después de comer, al volver de la calle, luego de estrechar las manos a alguien que tiene tos y resfrío, luego de ir al baño, etc.).
• Cubrirse la nariz y la boca al toser o estornudar.
• Evitar compartir toallas, vajilla y utensilios con una persona con gripe.
• Tampoco beber del mismo vaso, lata o botella que otras personas, ya que es imposible saber si alguien se encuentra a punto de contraer la enfermedad y ya está diseminando el virus.
• Evitar acercarse a personas que padezcan gripe.
• Mantener ventilados los ambientes
• Si se encuentra entre los grupos de riesgo, colocarse la vacuna antigripal cuando ésta se encuentre disponible (fines del mes de marzo).
La vacuna se encuentra indicada para: embarazadas, personal de salud, niños y niñas de 6 meses a 2 años; adultos mayores de 65 años, personas con enfermedades crónicas (diabéticos, cardíacos y pulmonares) y con alteraciones de la inmunidad, niños o adolescentes que mantienen una terapia prolongada con ácido acetilsalicílico (aspirina) y trabajadores de la salud asistencial (médicos, enfermeros y aquellos que tienen contacto con pacientes de alto riesgo).
La respuesta es NO. Los remedios llamados “antigripales” tienen como fin aliviar los síntomas de la enfermedad, pero no de curarla ni de actuar sobre lo que la causa que es un virus. Tampoco los antibióticos curan la gripe.
El antibiótico se utiliza cuando tenemos una infección bacteriana y debe ser recetado por el médico.
Generalmente son asociaciones medicamentosas que incluyen: antitusivos, descongestivos nasales, vitamina C y los denominados AINE (antiinflamatorios no esteroides por su acción analgésica y antifebril). Aunque estas asociaciones se encuentran aprobadas en nuestro país, no son absolutamente inocuas sino que, al igual que cualquier otro medicamento, pues pueden provocar reacciones adversas.
Hay muchas enfermedades respiratorias que comparten síntomas.
Podemos reforzar la inmunidad aumentando el consumo de frutas y verduras, mejorando el sueño, con el ejercicio moderado, buena hidratación y evitando el humo del cigarrillo